martes, 27 de marzo de 2012

D. Manuel Santiago Gil

Como era de esperar para quienes me conoce, no puedo continuar publicando entradas en este blog sin hablar un poquito de uno de los grandes, el más grande. No hablo de otro más, sino de Manolo Santiago, un poeta del martillo. Conocido por todos en el mundo cofrade, no solo por mandar diferentes pasos, sino por mandar con el corazón. Aquí os dejo una pequeña biografía de este poeta del martillo.




Nació en Sevilla el 24 de Mayo de 1930, estando desde muy pequeño unido a la Hermandad de la Exaltación, donde su padre llegó a ser mayordomo. Igualmente, su familia tenía vinculación con el gremio de los zapateros y zapaterías.
Su contacto con el mundo del martillo le viene directamente de su padre, que tenía como amigos a los Ariza,  Bejarano o los Franco, siendo con este último apellido y más concretamente con Rafael con quien se estrena como costalero de La Exaltación.
El conocer a Salvador Dorado "El Penitente", le marco en estilo, pasando a ser costalero de La Hiniesta y las Angustias. Precisamente con la Hiniesta es donde se estrena como capataz auxiliar de Salvador, tocando por primera vez el martillo en 1951.

Junto a Salvador Dorado llamó a los pasos de Hiniesta, Amor, Estrella, San Gonzalo, Las Penas, Los Estudiantes, San Benito, Bofetá, San Bernardo, La Sed, Los Negritos, Silencio, Macarena, Los Gitanos, Carretería, o Santo Entierro, aparte de las hermandades de Gloria del Carmen de San Gil, Rosario de la Macarena, Rosario de San Vicente, Rosario de los Humeros, Maria Auxiliadora de Triana, Inmaculado Corazón de María, Mercedes de la Puerta Real, Amparo, Luz y Virgen de la Cabeza.
En 1973 Manuel vivió junto a Salvador Dorado uno de los momentos históricos del "Martillo y el Costal", como fue la creación de la cuadrilla de hermanos costaleros de los Estudiantes. A partir de ese momento y ante el auge de este movimiento, la Resurrección es la primera Hermandad en contratarlo como primer capataz, siendo posteriormente las del Cristo de Burgos, La Paz, La Exaltación, Los Javieres, y fuera de Sevilla la Asunción de Cantillana, y las de gloria, San José Obrero, Inmaculado Corazón de María, Carmen de Calatrava o Virgen del Pilar.

De su garganta parten frases tan escuchadas como emotivas, pero una larga y a la vez penosa enfermedad le fue poco a poco quitando de sus labores, que fue relegando en su hijo Antonio. Un 23 de octubre de 1997 falleció el maestro y con él parte de la historia del andar "de frente", gracias a Dios mantenida por su dinastía.
El lunes 3 de marzo de 2003, se inauguraba en los Jardines de la Parroquia de San Sebastián el Azulejo “Callejón Manolo Santiago”, en honor y en recuerdo del Maestro de Capataces, igualmente ese año se  presentaba la Marcha “Legionarios del Porvenir” a cargo de la Agrupación Musical de Nuestra Señora de la Encarnación (San Benito) dedicada al XXV Aniversario de la Cuadrilla de Hermanos Costaleros.

Pero como dicen, vale más una imagen que mil palabras. Os dejo unas imágenes que hablan por si solas.






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